Este es Bruce, el animatrónico del tiburón usado en la película Tiburón (Jaws, 1975). Medía más de 7 metros de largo, pesaba casi una tonelada y fue una de las primeras grandes criaturas mecánicas de la historia del cine. Estaba hecho de fibra de vidrio, montado sobre una estructura hidráulica complejísima… y fue un dolor de cabeza desde el primer día.

Fallaba. Todo el tiempo. Se hundía, se atascaba, no respondía. Spielberg estaba frustrado, el equipo estresado, y los días de rodaje se alargaban. Pero de ese caos nació algo brillante: al no poder mostrar tanto al tiburón, Spielberg tuvo que sugerirlo con música, sombras y planos fugaces. Y así, sin quererlo, creó uno de los mayores suspensos del cine.

Bruce se convirtió en leyenda. No por lo que hizo, sino por lo que insinuó. Su falla técnica hizo que la audiencia se imaginara el terror… y eso fue aún más aterrador que mostrarlo.

Después de la película, muchos niños no quisieron volver a nadar en el mar. Y Bruce, el tiburón que no funcionaba, pasó a la historia como el monstruo más influyente del cine moderno.

Porque a veces, lo que no sale como planeamos… termina siendo lo más memorable.

Puede ser una imagen de texto que dice "Este tiburón casi arruina la película... pero terminó haciéndola legendaria. @SoyAlbertoBorja"

FUENTE: REDES

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