Cuando Michael Jackson adquirió los derechos de publicación de los Beatles, se topó con un tesoro inesperado: los derechos de publicación completos de la música de Little Richard.
Este sorprendente giro llevó a Jackson a un notable acto de generosidad. Al darse cuenta de su nueva propiedad, Jackson inmediatamente le devolvió los derechos de Little Richard, completamente gratis.
La historia de Michael Jackson, Paul McCartney y el catálogo de los Beatles ha fascinado a los entusiastas de la música durante décadas. Todo comenzó con una conversación casual durante el rodaje del vídeo musical «Say Say Say». McCartney mencionó el lucrativo potencial de inversión en la edición musical, a lo que Jackson respondió en broma: «Un día, seré dueño de tus canciones. «
Adelanto rápido hasta el 14 de agosto de 1985, y Jackson hizo esa broma una realidad comprando la mayoría del catálogo de los Beatles, 251 canciones por 47 millones de dólares, superando la oferta del mismo McCartney. Para el contexto, la publicación musical es una mina de oro. Cada vez que se usa una canción en los medios de comunicación, el propietario de los derechos de publicación recibe pago.
Originalmente, los derechos de publicación de los Beatles pertenecían a John Lennon y Paul McCartney, que habían formado Northern Songs Ltd. Sin embargo, debido a una adquisición hostil en 1969, vendieron sus acciones. Cuando los derechos resurgieron en el mercado en 1985, Jackson se abalanzó, dejando a McCartney sintiéndose traicionado.
La amistad de McCartney y Jackson, que comenzó en la década de 1970, se agria después de la compra. McCartney se lamentó, «Ni siquiera contesta mis cartas, así que no hemos hablado y no tenemos una gran relación. «La respuesta de Jackson fue franca, «Oh Paul, eso son solo negocios. ”
La adquisición de Jackson no solo le dio una corriente de ingresos estable, sino que también sirvió como garantía para su lujoso estilo de vida, incluyendo el famoso Neverland Ranch. En 1995, Jackson vendió el 50% de ATV a Sony por 95 millones de dólares, formando Sony/ATV. Después de la muerte de Jackson, Sony compró la participación restante por 750 millones de dólares, valorando el catálogo en más de 1 mil millones de dólares.
FUENTE: REDES
