La hormiga chicatana, originaria del sureste de México, se convirtió en un producto gourmet y valorado por su contenido de proteínas con precios que llegan hasta los 1,000 pesos por kilogramos.
Cocinada en salsas, moles o dorada, la hormiga voladora, cuyo origen se remonta a la época prehispánica, contiene altos valores proteínicos y de aminoácidos, según una última investigación científica de especialistas, incluyendo de la Universidad Veracruzana (UV).
Algunos paladares describen su sabor como a chocolate, otros a chicharrón de cerdo y unos más a cacahuate.
Un grupo multidisciplinario indagó los valores proteínicos de la hormiga cortadora de hojas de los bosques neotropicales, considerada como una plaga, pero también un alimento de los pueblos originarios de Mesoamérica.
“La chicatana tiene muy buena cantidad de proteína y de buena calidad y puede ser comparable a la carne de res, con una ventaja: tiene mucha fibra”, explica la investigadora de la UV, Guiomar Melgar-Lalanne, quien forma parte del grupo de científicos que estudió al insecto.
Estos son los beneficios de la hormiga chicatana
La chicatana fue objeto de estudios de un grupo interdisciplinario en la investigación denominada “Hormiga chicatana (Atta mexicana) como fuente potencial de sustancias activas”.
Como sus proteínas de alta calidad permanecían inexploradas, el perfil de proteínas y el contenido de aminoácidos libres se analizaron mediante un enfoque metabólico por los investigadores Irving Piña, Rubí Viveros, Dolores Hernández, Aracely Pacheco José Elizalde, Esaú Bojorquez, Eliel Ruiz y Guiomar Melgar.
En algunas culturas prehispánicas la hormiga tenía un signo religioso y en algunos pueblos mexicanos también le llaman hormiga “san juanera”, asociada al Día de San Juan, cuando llegan las lluvias de la temporada. Fuente: Redes.