Bajo Venecia, las estructuras históricas descansan sobre miles de pilotes de madera, en su mayoría de roble y abeto, clavados en el lecho de la laguna.
Aunque pueda parecer extraño se puede construir sobre troncos sumergidos en agua, este método de ingeniería ha demostrado ser extraordinariamente eficaz. El agua salobre, con poco oxígeno, evita que la madera se pudra, mientras que su contacto constante con el agua ayuda a endurecerla con el tiempo, transformándola en un material similar a la piedra.
Este sistema ha permitido que los palacios venecianos mantengan su estabilidad durante más de 200 años.

FUENTE: REDES