Parece pintado a mano, pero es una creación perfecta de la naturaleza.
El Calligrapha es un pequeño escarabajo cuyos colores y trazos parecen salidos de una obra de arte. Cada línea y mancha sobre su caparazón tiene un propósito: camuflarse, atraer o simplemente demostrar cómo la evolución también sabe crear belleza.
Estos diminutos artistas viven en sincronía con las plantas, formando una relación tan precisa que cada especie tiene su flor o arbusto favorito.
Un ejemplo más de cómo la naturaleza combina ciencia y arte en un solo ser.
.Fuente: Redes
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