Cada vez más personas se interesan por caminar descalzo o con calzado minimalista, una tendencia impulsada por el libro “Born to Run” que destaca la forma de correr de los tarahumaras en México. Esta práctica, respaldada por estudios científicos, promete pies más fuertes y menos lesiones. Sin embargo, es crucial hacer una transición gradual para evitar daños.
Un estudio de 2021 publicado en Nature reveló que los participantes que usaban calzado minimalista incrementaron la fuerza de sus pies en un 57.4% en seis meses. Además, se observó un crecimiento en el tamaño de los músculos del pie.
Rina Harris, una podóloga funcional de Londres, explica que el calzado moderno restringe los movimientos naturales de nuestros pies. La mayoría de los zapatos tienen punteras estrechas y suelas acolchadas que limitan la percepción sensorial y la activación muscular.
El calzado minimalista puede ser una buena herramienta para la transición, aunque al principio pueda parecer incómodo. Harris sugiere utilizar una pelota de masaje con pinchos para estimular los receptores nerviosos y acostumbrar a tus pies a la nueva sensación. Fuente: Redes.