Érase una vez un actor llamado Tom Cruise que buscaba un Oscar. Tom trabajó, a lo largo de los años (entre la década de los 80 y 90), en las películas más exitosas y con algunos de los directores más destacados, tales como Oliver Stone, Brian De Palma, Stanley Kubrick, Paul Thomas Anderson, Steven Spielberg, Michael Mann, y muchos más.
En la década de los 90, sobre todo, estuvo cerca de conseguir el máximo galardón con sus actuaciones en Nacido el 4 de julio, Jerry Maguire y Magnolia. Pero no sucedió, y después de 1999, no volvió a recibir una nominación. Las razones, creemos, es porque el actor dejó de buscar esos papeles escritos para la Academia, y decidió enfocarse en los espectáculos visuales que parece disfruta más.
Ahora bien. No es que en el nuevo milenio Tom Cruise haya dejado de darnos buenas actuaciones. Lo que hizo en El último samurái (con todo y la controversia alrededor de la cinta) y Collateral, es tan memorable como lo que hizo al cierre del siglo pasado.
Pero se volcó, casi 100 por ciento, a la acción. Y podemos decir, en un momento de crisis para la industria, que esta decisión es la que ha nivelado y restaurado el desbalance que suele existir entre la crítica, el ánimo de la gente para ir a ver una cinta, y por ende, la taquilla.
Tom Cruise “salvó” al cine
El año pasado, Tom Cruise “salvó” al cine con Top Gun: Maverick al recaudar casi mil 500 millones de dólares en la taquilla mundial. Se convirtió en la película más taquillera del mismo Cruise y la segunda de 2022, sólo por debajo de la secuela de Avatar. Sin embargo, Maverick fue la más redituable, pues sus ganancias fueron mayores frente a su costo en comparación con la cinta de James Cameron.
El resultado es impresionante, se siente real y conecta con la audiencia, pero sobre todo, supera sus expectativas. Y esto es algo que Cruise ha hecho desde hace muchos años al hacer sus propios stunts, de los cuales tenemos evidencia en en videos extremos (como cuando se rompió el tobillo al saltar de un edificio y continúo con la escena.
El valor que adquiere una cinta con estos elementos, es mayúsculo frente al uso desmedido del CGI, que si bien es necesario para crear escenarios que corresponden a su historia y género, en los últimos años se han notado “falsos”. Pero Tom Cruise no ha permitido que sus cintas rompan la conexión con los espectadores a pesar de tener en su filmografía películas de ciencia ficción, fantasía y acción, mucha acción.
Es así como llegamos a la franquicia de Misión imposible y el personaje de Ethan Hunt, los cuales son el ejemplo perfecto de cómo Cruise no sólo es el amo y señor de las secuencias de acción y de los stunts, y también como el actor cubre una necesidad del público de ver películas que apelan a la nostalgia, recuperan el valor de antaño y ofrecen una experiencia completamente nueva (y muy emocionante).
La importancia de Misión imposible
La primera película de Misión imposible salió en 1996 y nos presentó a Ethan Hunt, un sujeto con varios conflictos que se convierte en un agente de la Impossible Mission Force, una especie de agencia secreta que realiza las misiones que las instituciones de seguridad, de manera oficial, no pueden aceptar.
A lo largo de seis películas, hemos visto varias misiones que Hunt acepta, desde las sombras, junto a un equipo diverso y dinámico. Su desarrollo como personaje ha sido claro, pues en las primeras cintas asume menos riesgos, pero conforme aumenta sus habilidades, su personalidad de expande.
Esto es genial por dos razones. La primera porque así, la cinta adquiere dotes de drama y comedia que no se ven, por ejemplo, en otras franquicias de acción y espías como la de James Bond, por ejemplo. Y la segunda, porque si bien Cruise y Hunt son la base de las historias, siempre permite que otros personajes asuman un rol protagónico que los hace memorables en la saga.
Misión imposible: Sentencia mortal (Parte 1)
Es así como llegamos a la séptima entrega de Misión imposible bajo el nombre de Sentencia mortal (Parte 1). Antes, por acá les dejamos un resumen de Misión imposible. Pero en esta nueva cinta, Hunt se vuelve a encontrar con Ilsa Faust, Benji Dunn y Luther Stickell para enfrentar la peor amenaza en la historia de la humanidad.
Sí, las misiones de antes no se comparan con esta. Y la idea de peligro permanece a lo largo de la cinta con una apuesta mucho mayor en las secuencias de acción que Cruise y varios personajes de la cinta protagonizan (ese equilibrio que mencionamos entre el protagonismo de Cruise y el que asumen otros).
¿Y de qué va esta amenaza que amerita dividir la historia en dos partes, sin olvidar mencionar que esta primera entrega dura casi tres horas? Resulta que en el mundo existe algo llamado la Entidad, una súper tecnología que se encuentra en todos lados, y contiene toda la información disponible en la red, al mismo tiempo que controla cualquier dispositivo digital.