La actriz reconoce lo difícil que es para ella cada que le preguntan sobre su hijo
Maribel Guardia y su hijo Julián Figueroa. un amor más allá del tiempo.
Maribel Guardia preferiría que ya no la cuestionaran sobre su hijo Julián Figueroa, fallecido el 9 de abril de 2023, y aunque la actriz ha salido adelante ante la difícil pérdida, alguna vez pensó en quitarse la vida y alcanzar a su hijo, fruto de su relación con el cantautor Joan Sebastian fallecido en 2015.
Maribel, de 66 años, no sólo sufrió la pérdida de su único hijo, también el distanciamiento de su nieto José Julián, esto tras las diferencias con Imelda Garza, viuda de su hijo, quien impugnó el testamento de Julián.
Maribel Guardia pensó en quitarse la vida
Maribel Guardia llora todos los días por su hijo Julián, quien murió de una paro cardíaco mientras dormía, la cantante y actriz regresaba de trabajar en el teatro cuando su esposo Marco Chacón le dio la noticia vía telefónica.
Cuando llegó a su casa y vio a su hijo sin vida, el único consuelo que tuvo fue que parecía que estaba dormido; Maribel pensó en dejar de vivir, pues sin su hijo nada más le importaba.
Sin embargo, pensar en lo que su hijo hubiera querido para ella la hizo reflexionar:
«Alguna vez me quise morir con Julián, yo dije ‘me voy a morir, ya nada importa, ¡vale madre!’, y me puse a pensar qué quería Julián para mi, él quería que estuviera bien, entera, que siguiera adelante, y también Dios, tengo que darle gracias a Dios por la vida que estoy viviendo y por la que me toca seguir viviendo y lo voy a hacer con dignidad, con respeto, con amor, con alegría y haciendo honor a la vida de mi hijo», dijo en entrevista con Ernesto Buitron.
Maribel, quien fue una de las invitadas de Verónica Castro para celebrar su cumpleaños, admitió que no le gusta que le pregunten de su hijo Julián, pues eso significa volver a confrontar sus sentimientos.
«Hablar de mi hijo todo el tiempo es doloroso, me cuesta, es llorar todo el tiempo, me da vergüenza porque a veces me echo a llorar parezco María Magdalena, pero es inevitable, lloro por Julián todos los días y a veces lloro de alegría, de agradecimiento y de mucha pena», expresó.
La actriz está tranquila con el regalo que le hizo Dios sobre el tiempo que tuvo para convivir con su nieto, a quien disfrutó durante ocho años, en la etapa más bonita, la de la niñez.
Fuente: El universal