Wallace Hartley fue el líder de la banda del Titanic, quien junto con sus colegas crearon una canción inmortal en el frío océano. Mientras el barco gigante se hundía lentamente, ellos continuaron tocando, trayendo paz en un momento caótico. La historia de su coraje se ha convertido, con el tiempo, en un símbolo de sacrificio y una canción de humanidad.
El violín de Hartley, una delicada pieza del fabricante de instrumentos alemán Salvatore Puglisi & Figli de finales del siglo XIX, está hecho de arce de alta calidad con un acabado de laca brillante y detalles de plata delicadamente grabados. No es solo un instrumento musical, sino también un símbolo de elegancia y clase en su época. En el cuerpo del violín, una placa de plata está grabada con las palabras dadas por Maria Robinson, la prometida de Hartley: Para Wallace con motivo de nuestro compromiso. Este detalle agrega un profundo significado al violín.
Después de la tragedia, el cuerpo de Hartley fue encontrado con su violín en un estuche de cuero todavía unido a su cuerpo. El violín no era solo un instrumento, sino un testigo de sus últimos momentos de valentía. El violín fue entregado a su prometida, Maria Robinson, quien lo conservó como una reliquia sagrada. Durante generaciones, el violín pareció haberse hundido en el olvido, hasta que reapareció a principios de la década de 2000, trayendo consigo muchas preguntas y emociones.
La autenticación del violín fue un proceso complicado. Los expertos utilizaron todos los métodos científicos para probar la madera, las huellas antiguas y la historia del violín. Al final, todos estuvieron de acuerdo: este era el violín que Hartley tocó en sus últimos momentos.
En 2013, el violín fue subastado por una suma récord de más de £1 millón, convirtiéndose en uno de los artefactos más valiosos relacionados con el Titanic. Pero su valor reside en la historia de amor, coraje y música que trasciende los límites de la vida y la muerte.
FUENTE: REDES
