Mientras Max Verstappen luce cómodo e imparable a bordo de su RB19, el mexicano Sergio Pérez debió atravesar por un insufrible proceso en el que su labor fue puesta en entredicho en Red Bull, especialmente en esa etapa en la que no fue capaz de avanzar a la Q3 durante cinco carreras consecutivas, situación que hoy se tiene claro a qué se debió.
Y es qué pasado la mala racha, ya con tres semanas de vuelta en la lucha por los primeros puestos, el mexicano ofreció una extensa charla a Auto Motor und Sport en la cual detalló el porqué de esa caída, la cual obedeció, según sus declaraciones, a la necesidad de Red Bull de tener autos más veloces para encarar la temporada, avance que lo llevó a replantear su conducción, pero sin ser el único tema que influyó.
Por ello señaló: «Hubo una mejora en el auto. Pero sería demasiado fácil echarle la culpa a eso. A los ingenieros les resulta difícil explicar cómo tal o cual modificación de la aerodinámica ha cambiado tal o cual característica de conducción, con la que un conductor puede tener más dificultades que otro”.
Además indicó qué: “Simplemente me resultó más difícil conducir el coche, también les ha pasado a otros conductores, porque una determinada característica no se adapta a tu estilo de conducción, entonces hay que adaptarse, no lo hice tan rápido como debería».
Finalmente el piloto mexicano se prepara para encarar el GP de Singapur, donde señala qué espera poder competir con la victoria, tal y como lo hiciera en 2022, dado qué es un circuito callejero y donde las cosas le han salido muy bien.