Durante la tarde del martes 11 de noviembre, habitantes de México fueron testigos de un fenómeno pocas veces visto: auroras boreales visibles al norte del país, principalmente en el municipio de García, Nuevo León.
Aunque el espectáculo natural asombró a muchos, científicos del Instituto de Geofísica de la UNAM advirtieron que este evento tiene implicaciones que van más allá de lo visual, pues se debe a una intensa actividad solar que puede afectar gravemente las tecnologías de comunicación y geolocalización.
“Estamos ante una tormenta geomagnética severa que puede generar interferencias en sistemas de navegación satelital y redes eléctricas”, explicó el Instituto de Geofísica en un comunicado.
¿Por qué se vieron auroras boreales en México?
De acuerdo con los especialistas, la aparición de auroras tan al sur del hemisferio se debe al impacto de una eyección masiva de plasma solar que golpeó el campo magnético de la Tierra.
Este fenómeno comprimió la magnetosfera terrestre, desencadenando auroras visibles en regiones donde normalmente no aparecen, desde el norte de México hasta el sur de Europa.
Además, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) reportó que se trata de una tormenta geomagnética de nivel G4 (severa), provocada por una llamarada solar clase X originada en la región activa AR4274.
Los riesgos detrás del espectáculo
Aunque la vista fue impresionante, los expertos advierten sobre posibles afectaciones tecnológicas. Entre los principales riesgos se encuentran:
- Interferencias en satélites y pérdida de señal GPS.
- Interrupciones en comunicaciones de radio.
- Riesgo de sobrecargas eléctricas en líneas de alta tensión.
- Fallos temporales en servicios de internet y telecomunicaciones.
Según el comunicado de la UNAM, algunas compañías de energía y telecomunicaciones ya activaron protocolos de contingencia ante posibles variaciones en la red eléctrica.
Tormenta solar deja impresionantes auroras boreales en EEUU y Europa
¿Hay peligro para la salud humana?
La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) aclararon que, aunque las tormentas solares de esta magnitud no representan un riesgo directo para la salud, sí evidencian la vulnerabilidad de la tecnología frente a la energía del Sol.
Las próximas 48 horas serán clave, ya que los observatorios espaciales continúan monitoreando nuevas eyecciones que podrían intensificar la tormenta geomagnética.
FUENTE: MSN
